Nombre común: Ratona - Tacuarita
Es un ave muy pequeña que se halla ampliamente distribuida, desde América del Norte, en toda Argentina hasta Tierra del Fuego e Islas Malvinas inclusive.
Se la encuentra en todos los ambientes, ya sean secos o húmedos, pero siempre prefiere los sitios cercanos al hombre, cualquiera que sea el tipo de hábitat. Por su pequeño tamaño, no más de 10 cm, su cola levantada y su grito áspero y fuerte, se le puede identificar fácilmente, aún mientras de desliza dentro de los tupidos arbustos y matorrales en busca de insectos.
Presenta un coloración parda, con cabeza y espalda marrones, sus alas y cola son un poco más oscuras con un leve barrado que puede, según el caso, ser poco o muy visible. La parte inferior del cuerpo es más clara que el resto. Su pico, negruzco, es fino y largo.
Se la encuentra en todos los ambientes, ya sean secos o húmedos, pero siempre prefiere los sitios cercanos al hombre, cualquiera que sea el tipo de hábitat. Por su pequeño tamaño, no más de 10 cm, su cola levantada y su grito áspero y fuerte, se le puede identificar fácilmente, aún mientras de desliza dentro de los tupidos arbustos y matorrales en busca de insectos.
Presenta un coloración parda, con cabeza y espalda marrones, sus alas y cola son un poco más oscuras con un leve barrado que puede, según el caso, ser poco o muy visible. La parte inferior del cuerpo es más clara que el resto. Su pico, negruzco, es fino y largo.
Es un ave muy activa y vivaz, se mueve constantemente de un lado a otro en busca de alimento, arácnidos o insectos, recorre todo sitio posible, sin dejar nada por revisar. Vocaliza todo el tiempo. Se la puede ver solitaria o en pareja.
Cualquier sitio parece ser adecuados para la construcción de su nido: agujeros en las paredes, entre chapas o tablas apoyadas en el suelo, en caños abandonados, huecos en árboles, cuevas en barrancos e incluso dentro de bolsillos, o debajo del sombrero de un espantapájaros, en zapatos y tantos otros lugares insólitos y, por supuesto, en nidos abandonados de otras aves. Los nidos están hechos con palitos y su interior se encuentra cubierto con materiales suaves que consigue en la zona, como plumas y cerdas. Allí deposita de 4 a 7 huevos rosados con pintas más oscuras, de 17 mm. x 13 mm. aproximadamente, dos o tres veces al año. La incubación la realiza sólo la hembra durante unos 14 días y los pichones salen del nido a los 16 días aproximadamente. Es común que el tordo renegrido lo parasite. Puede realizar dos o tres nidadas por estación.
Cualquier sitio parece ser adecuados para la construcción de su nido: agujeros en las paredes, entre chapas o tablas apoyadas en el suelo, en caños abandonados, huecos en árboles, cuevas en barrancos e incluso dentro de bolsillos, o debajo del sombrero de un espantapájaros, en zapatos y tantos otros lugares insólitos y, por supuesto, en nidos abandonados de otras aves. Los nidos están hechos con palitos y su interior se encuentra cubierto con materiales suaves que consigue en la zona, como plumas y cerdas. Allí deposita de 4 a 7 huevos rosados con pintas más oscuras, de 17 mm. x 13 mm. aproximadamente, dos o tres veces al año. La incubación la realiza sólo la hembra durante unos 14 días y los pichones salen del nido a los 16 días aproximadamente. Es común que el tordo renegrido lo parasite. Puede realizar dos o tres nidadas por estación.
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